La pesadilla de Obi

La pesadilla de Obi, de Chino, Tenso Tenso y Ramón Esono Ebalé (EG Justice)

El dibujante ecuatoguineano Ramón Esono fue noticia a finales de 2017 por su injusto encarcelamiento. El régimen de Teodoro Obiang lo acusó de blanquear dinero y falsificar moneda, aunque era obvio que el dictador trataba de silenciar a una voz crítica. Esono, junto a dos escritores guineanos que decidieron mantenerse en el anonimato, creó La pesadilla de Obi para denunciar la realidad de Guinea Ecuatorial. Uno de los dirigentes políticos más ricos del mundo mantiene a la inmensa mayoría de la población de su país bajo el umbral de la pobreza. La represión y la injusticia están a la orden del día en el pequeño país africano. El petróleo guineano sirve tan solo para enriquecer a la élite corrupta mientras en la mayor parte del país los servicios básicos son inexistentes. Mediante la sátira, Esono y sus compañeros tratan de dar a conocer lo que en realidad sucede en su país.

La estructura del cómic es sencilla: tras unas páginas iniciales donde vemos el día a día lleno de excesos de Teodoro Obiang, éste se despierta un día como un ciudadano corriente. Tras verse envuelto en diversas situaciones bastante rocambolescas y tras descubrir la realidad que padecen a diario sus compatriotas, Obi no puede más y solicita ayuda divina. Un terrible, y muy divertido, tour por el infierno, junto a personajes históricos de la talla de Mobutu Sese Seko, Idi Amín o Francisco Franco, entre otros, pone fin a las desventuras del pobre Obi.

El humor es la herramienta básica que utilizan Esono y sus compañeros para retratar la Guinea Ecuatorial de hoy en día. Los viajes y los lujos obscenos del dictador, la disoluta vida del heredero y las extremas y exageradas medidads de seguridad que los rodean son los aspectos básicos del inicio del cómic. Por contraste, cuando el protagonista se despierta en una barriada de Malabo, es imposible no ser consciente de la brutal desigualdad social que existe en Guinea Ecuatorial. Uno de los países con una renta per cápita más alta del mundo mantiene a la mayor parte de sus habitantes sin acceso a agua corriente y con un sistema sanitario prácticamente inexistente, entre otras muchas carencias. Uno de los recursos más efectivos que utilizan los autores es la forma en la que Obi va descubriendo la vida cotidiana de sus conciudadanos: su sorpresa, su incredulidad y su indignación ocasional, muestran lo alejado que está de la situación real del país que gobierna.

Otro de los aspectos centrales de La pesadilla de Obi es la denuncia de la violencia del régimen. Manteniendo el tono satírico, Obi es detenido y acaba en comisaría. Allí se enfrenta a la represión de su propio régimen, con torturas e indefensión para todos quienes caen frente a la arbitrariedad policial y judicial. El uso de imágenes reales de guineanos torturados junto a los dibujos de Esono dota de aún más fuerza a la denuncia. Prácticas como los azotes con porras de goma en los pies aparecen con crudeza y permiten hacerse una idea de la situación de los derechos humanos en Guinea Ecuatorial, pese a la aceptación interncional del régimen.

La relación entre Guinea Ecuatorial y España, antiguo país colonizador, también tiene presencia en las páginas del cómic. La visita de un grupo de parlamentarios españoles, encabezada por José Bono, que tuvo lugar en 2011, es un momento muy importante para el régimen y el desorientado Obi es plenamente consciente de ello. La violencia policial aumenta para tratar de dar una imagen inmaculada a los políticos extranjeros, que aceptan tácitamente la realidad guineana, favorable a sus intereses.

A nivel gráfico el trabajo de Ramón Esono es encomiable, aunque el formato de la edición va en detrimento de la calidad visual de la obra. Un formato demasiado pequeño hace que algunos textos requieran cierto esfuerzo para ser leídos. Lo más destacable del trabajo de Esono es el dominio de la caricatura que demuestra. Capta perfectamente los rasgos de Teodoro Obiang y la forma en que lo viste cuando ya es Obi garantiza la carcajada. Es interesante el uso del color, ya que los tonos vivos que utiliza para recrear Malabo contrastan de forma muy acertada con los grises y negros de la prisión donde acaba el protagonista. No es un cómic redondo en su apartado visual, pero las condiciones y la rapidez con las que Esono tuvo que trabajar, junto a la calidad de la edición son obstáculos difícilmente salvables. Pese a ello, el resultado conjunto es interesante y el cómic cumple perfectamente con su objetivo inicial.

La pesadilla de Obi es un cómic tremendamente valioso. Existe una gran desinformación sobre Guinea Ecuatorial debido a las conexiones con occidente de Teodoro Obiang y a los intereses económicos de las grandes petroleras, pero esta obra permite conocer algunos de los aspectos más injustos que padecen los ecuatoguineanos. Además, gracias al marcado tono humorístico, es una lectura muy agradable y entretenida, sin por ello restar ni un ápice a la potencia de la denuncia que realizan los autores. Una lectura imprescindible para conocer lo que sucede en Guinea Ecuatorial, que vuelve a demostrar la capacidad del cómic como medio para transmitir cualquier tipo de mensaje y para hacernos reflexionar.

PD: podéis haceros con un ejemplar aquí y lo podéis leer online en este enlace.

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