Kampung Boy

Kampung Boy. Las aventuras de un niño en Malasia, de Lat (Dibbuks – Amok Ediciones)

Tras el éxito que supuso la publicación de El arte de Charlie Chan Hock Chye, Amok Ediciones y Dibbuks han vuelto a colaborar para traernos a uno de los personajes más queridos del sudeste asiático: Mat. Su creador, el dibujante malayo Lat, nos relata su propia infancia a través de las anécdotas que componen la obra, publicada originalmente en 1979. Más libro ilustrado que cómic, las páginas de Kampung Boy nos permiten conocer cómo era la vida en la Malasia rural de los años 50. La curiosidad infantil es el eje sobre el que pivota la obra de Lat, que nos narra los diez primeros años de vida del protagonista.

En los años 50, momento en que se sitúa el relato, Malasia aún formaba parte del Imperio Británico y era un territorio del que los colonizadores extraían sobre todo caucho y estaño. La administración colonial estaba presente en las ciudades, pero las zonas rurales mantenían un estilo de vida muy tradicional. Los kampung eran las aldeas típicas de la zona, y como sucede con los padres de Mat, la mayoría de la población se dedicaba al cultivo del caucho. El kampung concreto en el que vive el protagonista estaba localizado en una de las zonas mineras más importantes del sudeste asiático. Este es el contexto en el que Lat creció y tras estudiar en Inglaterra y ser consciente del desconocimiento existente sobre la realidad de Malasia, se decidió a contarlo a través del dibujo.

La vida cotidiana de la aldea está narrada con gran precisión, ya que a lo largo de las páginas podemos observar desde los nacimientos a los juegos de los niños, pasando por el inicio de la escuela o diversos ritos religiosos y sociales. El retrato de una comunidad rural musulmana de la época es muy completo y son múltiples los temas sobre los que nos hace reflexionar el autor: la familia, la educación, las creencias religiosas, la desigualdad económica, la colonización, la discriminación de las mujeres… Todo ello, además, explicado de forma muy amena, gracias a las peripecias de Mat, su familia y sus amigos.

Mat es un niño curioso y muy despierto, que quiere descubrir su aldea y luchar contra el monstruo que representa para él la gran draga de estaño cercana al kampung. Se aburre en la escuela coránica y lo que más le gusta es ir al río con los hermanos Meor, a quienes admira por sus conocimientos de la naturaleza. La relación con sus padres, la llegada de su hermana y las esporádicas visitas al pueblo más cercano marcarán su infancia, hasta que tras la circuncisión deje atrás la infancia. La forma en que los diferentes episodios están enlazados y el dominio del tempo narrativo que muestra Lat, hacen de la obra una lectura muy agradable.

El apartado gráfico de Kampung Boy brilla con luz propia. La inexistencia de viñetas y la variedad de formas en que Lat incluye los textos en las páginas dotan a la obra de una gran fluidez. Grandes ilustraciones que ocupan dobles páginas, páginas repletas de texto, composiciones muy cuidadas donde se combina ilustración y texto conviven y dotan de una identidad muy marcada al trabajo del dibujante. El contraste entre los caricaturescos personajes y los fondos de marcado aire realista funciona perfectamente y contribuye a dotar de mayor comicidad a la narración. Por último, el blanco y negro consigue dotar de profundidad a las escenas y nos permite adentrarnos con facilidad en los diversos escenarios creados por Lat.

Kampung Boy es una obra realmente interesante por muchos motivos, especialmente porque nos permite conocer un lugar totalmente desconocido que ya ha desaparecido. Es muy difícil reconocer la Malasia actual en las páginas de Lat, pero como les digo a mis alumnos y alumnas en clase, es imprescindible conocer el pasado para poder entender el presente. La labor de Amok Ediciones y Dibbuks es encomiable, y tras dos obras de tanto nivel como El arte de Charlie Chan Hock Chye y Kampung Boy, estoy deseando conocer qué otras obras del sudeste asiático serán capaces de publicar.