El Folies Bergère, de Zidrou y Francis Porcel (Norma Editorial)
Leí recientemente El Folies Bergère y su lectura me impactó mucho. No es un cómic estrictamente histórico, ya que la fantasía y los elementos sobrenaturales tienen un papel importante en la obra; pero aún así, creo que cumple varios requisitos para ser reseñada en el blog.
La acción del cómic transcurre en la Primera Guerra Mundial en Francia. El retrato de las trincheras que han creado Zidrou y Porcel es muy realista. La muerte, la fetidez y la podredumbre están muy presentes y muestran con gran crudeza las durísimas condiciones que padecían los soldados. La influencia de Tardi es bastante clara y en diversas ocasiones durante la lectura también recordé la película Senderos de Gloria.
La 17a División de Infantería decidió ponerse el nombre del cabaret parisino El Folies Bergère, en una suerte de autoparodia sobre su situación y con la esperanza de, una vez acabada la guerra, asistir todos juntos a ver una función. La galería de personajes que componen la división son un buen reflejo de la Francia de la época y pese a la terrible situación que les ha tocado vivir son capaces de mostrar un gran sentido del humor, muy negro en ocasiones.
En la división hay personajes realmente memorables, como el cabo Verrat o el soldado Rubignoles, pero todo «mejora» con la llegada de un capellán que tiene la misión de investigar los sucesos paranormales que están ocurriendo en el frente. Las viñetas en las que el capellán se enfrenta con sus miedos son geniales.
Uno de los elementos más interesantes del cómic es la aparición de Claude Monet en la época en la que está pintando Los nenúfares. Sus encuentros con el hermano de uno de los soldados de El Folies Bergère son brillantes, ya que muestran dos visiones del arte contrapuestas, e incluso el genial pintor francés duda de su obra ante las opiniones del chico.
El dibujo de Porcel se adapta perfectamente al guión de Zidrou, ya que consigue reflejar con un gran realismo las trincheras y el sufrimiento de los soldados; y al mismo tiempo, refleja el sentido onírico y fantasioso de algunos fragmentos. El uso del color es fantástico, ya que entre ocres y grises algunos elementos aparecen remarcados gracias a unos colores con mucha fuerza.
Resumiendo, una gran obra sobre la Primera Guerra Mundial, pero El Folies Bergère va mucho más allá. Es una historia de fantasía, de misterio, con intriga y con un gran final. La brutalidad de la guerra en contraste con las pequeñas cosas que nos hacen humanos, la muerte y la vida, el dolor y el humor; los grandes temas de la naturaleza humana.
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