Angola Janga. La historia real de los esclavos huidos y el reino que crearon en el Brasil del siglo XVI, de Marcelo D’Salete (Flow Press)
La llegada de los europeos al continente americano es, sin duda, uno de los acontecimientos históricos más relevantes de los últimos cinco siglos. A lo largo del siglo XVI se desarrolló la conquista, tras la firma del Tratado de Tordesillas, por el cual las monarquías española y portuguesa se repartían las nuevas tierras. Las posesiones portuguesas, delimitadas por una línea imaginaria de norte a sur a 370 leguas al oeste de Cabo Verde, comprendían la zona este del actual Brasil. Un territorio inmenso, dominado por la selva amazónica, que ofrecía una infinidad de recursos naturales. El Reino de Portugal, que en aquella época controlaba buena parte de la costa africana, decidió emplear esclavos para obtener el máximo beneficio económico de sus nuevos dominios. El Brasil colonial, con una población de esclavos africanos cada vez mayor, vio como estos se rebelaban ante su funesto destino. La culminación de su lucha por la libertad fue la creación de Angola Janga.
Marcelo D’Salete dedicó once años a documentarse para crear este cómic y este hecho se hace evidente desde la primera página. La inclusión de textos históricos al inicio de cada capítulo y los anexos finales son una delicia para quienes tenemos interés por la Historia. La trama del cómic es una ficción compleja y muy bien construida, con abundantes saltos temporales, pero al leerlo tienes la sensación de estar contemplando lo que sucedió realmente. La presencia de numerosos personajes históricos y el realismo de los escenarios consiguen que esta percepción se acreciente.
Los ingenios donde se producía el azúcar que exportaban los portugueses desde Brasil funcionaban gracias al trabajo de miles de esclavos africanos. Aunque de forma tangencial, el cómic de Marcelo D’Salete retrata fielmente el lucrativo negocio que arrancaba a los jóvenes del interior del continente africano para trasladarlos en los terribles tumbeiros – los barcos dedicados a este comercio – hasta América. Muchos de ellos morían en el camino y los que conseguían sobrevivir se enfrentaban a unas condiciones durísimas. El dibujante brasileño refleja con acierto este fenómeno histórico y consigue transmitir con mucha fuerza los sentimientos de los esclavos.
A finales del siglo XVII, cuando se sitúa la acción del cómic, esclavos fugitivos habían fundado diversos aldeas que habían confluido en el denominado Quilombo de Palmares, un incipiente estado libre de esclavitud. Entre 1670 y 1695, aproximadamente, tuvieron lugar diversos enfrentamientos entre los portugueses y los habitantes de Palmares. A través de las vivencias de algunos personajes emblemáticos como el mulato Soares o los líderes Ganga Zumba o Zumbi dos Palmares, Marcelo D’Salete retrata el conflicto bélico y la lucha de los antiguos esclavos por vivir en libertad. La narración funciona de forma coral y mediante constantes avances y retrocesos en el tiempo del relato, somos testigos de los intereses de la Corona portuguesa, de los mercenarios que luchan por capturar esclavos fugitivos, del papel de la Iglesia, de la dureza del trabajo en los ingenios y muchos más factores que configuraban una sociedad muy diversa.
Uno de los aspectos más interesantes de Angola Janga es la forma en que el autor muestra la violencia. El expresionismo del dibujo, con un blanco y negro con gran fuerza, consigue que nos centremos plenamente en lo que está sucediendo, ya que la atmósfera opresiva de la selva está muy bien conseguida. Las escenas de acción se suceden con gran dinamismo y el ritmo de lectura se convierte en trepidante. Esta es una gran virtud del cómic, pero en ocasiones algunos personajes no son del todo reconocibles y cuesta distinguirlos. Este es, en mi opinión, el único aspecto negativo de la obra, pero pese a ello la trama lo compensa sobradamente.
A nivel gráfico, el trabajo de D’Salete es excelente. Como decía anteriormente, es destacable el uso del blanco y negro, muchas veces en forma de manchas que se hacen con el control de la página. La mayoría de la trama transcurre en la selva, pero pese a la ausencia de color, el dibujante consigue trasladarnos plenamente a un entorno tan particular. El trazo rápido muestra el movimiento constante de los personajes y es especialmente acertado en las escenas de combate. Otro elemento interesante es la abundante presencia de símbolos e iconos tradicionales cuyas raíces africanas quedan siempre reflejadas en el cómic y en sus anexos.
Angola Janga es un cómic realmente valioso, ya que narra una época histórica y un fenómeno que tuvo una enorme influencia en los siglos posteriores. La desigualdad racial aún hoy es uno de los grandes problemas que afectan al país sudamericano y su origen se remonta a los años de la conquista y a la época de la esclavitud. Mientras que en muchas ocasiones los esclavos son presentados como actores pasivos, D’Salete muestra su lucha, su sacrificio y su capacidad de organización para escapar de la injusticia. La edición de Flow Press está muy cuidada y a pesar de la extensión de la obra – más de 400 páginas – el precio del cómic es más que razonable por todo lo que ofrece. Es una obra muy recomendable, perfecta para retomar la actividad en el blog tras unos meses muy centrado en la edición en castellano de Memoria y Viñetas. (Llegará a las librerías el 7 de octubre).
Deja tu comentario