Los ignorantes, de Étienne Davodeau (La Cúpula)
Los ignorantes no es un cómic histórico, es un cómic periodístico o un reportaje en cómic, si queremos concretar un poco. Pese a este alejamiento del tono general del blog, su enfoque es tan atractivo que creo que es una lectura muy recomendable. En La mala gente Étienne Davodeau se acercó al surgimiento del movimiento sindical de raíz católica en el ámbito rural francés, del que participaron sus padres; y en Rural, el autor galo nos muestra su particular visión sobre la agricultura ecológica y la lucha por preservar el medio ambiente. Con Los ignorantes, Davodeau cierra su particular trilogía agrícola.
El punto de partida del cómic es tremendamente sugerente, puesto que el dibujante francés relata en primera persona su particular intercambio con el viticultor Richard Leroy. Davodeau trabajará en los viñedos de Leroy para poder crear este cómic y descubrir los secretos del vino, y a cambio, instruirá al viticultor en las peculiaridades del mundo del cómic. Ambos son unos ignorantes en el campo que domina el otro, así que el cómic refleja el aprendizaje que produce la convivencia.
Para alguien como yo, con muy pocos conocimientos del mundo del vino y de los procesos que permiten obtener un buen caldo, el cómic de Étienne Davodeau es muy instructivo. Fiel al estilo de su autor, Los ignorantes es una obra reposada, de ritmo lento, pero tremendamente interesante. Desde la poda de la viña hasta los elementos que convierten a un buen vino en un gran vino capaz de obtener premios y éxito comercial, Davodeau consigue transmitir la sabiduría de Richard Leroy y nos hace partícipes de su aprendizaje.
El carácter, algo especial, del viticultor galo y su convivencia con el dibujante crean los momentos más humorísticos del cómic, en el que predomina un tono costumbrista. Las visitas a otros bodegueros o a un fabricante artesanal de barricas completan el panorama del importante y prestigioso sector vitivinícola de Francia.
Pero como decía al principio, Los ignorantes es un intercambio, y Richard Leroy recibe las lecciones de Étienne Davodeau sobre cómic. El viticultor no es un experto en la materia, ya que tan solo ha leído algunos de los clásicos infantiles y juveniles, y el dibujante le prepara una interesante serie de lecturas a modo de introducción. El objetivo de Davodeau es que Leroy se haga una idea general de la diversidad de géneros existentes y de la evolución del cómic en los últimos años. Después de cada lectura ambos comentan sus impresiones y Davodeau trata de profundizar en los elementos que considera más importantes.
Además, igual que hace con él Richard Leroy, Davodeau lleva a su compañero de visita a diferentes lugares para conocer mejor el mundo del cómic. En mi opinión esta es la parte más atractiva de la obra para los amantes del cómic, ya que de la mano de Davodeau y Leroy, visitamos a autores tan importantes como Gibrat, Guibert (algunas de sus obras en el blog) o Trondheim; y éstos explican los entresijos de sus cómics. El panorama del cómic se completa con la visita a la editorial de Davodeau, a la imprenta en la que se está produciendo su última obra o a uno de los festivales más importantes para el cómic francobelga, el de Quai des Bulles.
El dibujo de Davodeau, fiel a su estilo, es perfecto para complementar las buenas conversaciones, las buenas lecturas y el buen vino que protagonizan Los ignorantes. Una obra que permite aprender sobre dos mundos tan aparentemente alejados como el cómic y el vino, pero que analizados desde la perspectiva del autor francés presentan muchas semejanzas. Por último, solamente añadir que al final de la obra se incluye un anexo con lo bebido y lo leído durante la realización del cómic, de manera que si tenemos interés es sencillo encontrar tanto los vinos como los cómics que aparecen en la obra.
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