Reyes disfrazados, de J. Vance y D. Burr. (Norma Editorial)
Esta obra nos traslada a los Estados Unidos de la Gran Depresión. El protagonista, un niño llamado Freddie Bloch, se va de casa ante una situación familiar muy complicada. Huérfano de madre; su padre, alcohólico, se traslada a Detroit en busca de trabajo en la industria automovilística. Freddie se queda con su hermano, quien está metido de lleno en el hampa.
Poco a poco va descubriendo las miserias de una sociedad americana, que en esos años tocó fondo. Los personajes con los que se va encontrando a lo largo del viaje reflejan lo mejor y lo peor de los EEUU de los años 30. La represión policial, la marginación y la pobreza son el día a día de millones de americanos. Freddie también se encuentra en esta situación, pero no pierde la esperanza de llegar hasta Detroit.
La galería de personajes con los que se cruza Freddie es asombrosa, pero entre todos ellos destaca sobremanera un vagabundo que se hace llamar «El Rey de España». Este hombre conoce los entresijos del mundillo de los más desharrapados de América y va presentando al protagonista las claves para poder sobrevivir.
Es una obra dura que obliga a la reflexión, ya que podemos observar como en la primera potencia económica de esa época, millones de personas tenían una vida que rozaba, y en ocasiones sobrepasaba, la indignidad. El dibujo de estilo underground de Burr se adapta perfectamente al genial guión de Vance y refleja la crudeza de los hechos narrados. Recientemente se ha publicado la continuación de esta historia en un volumen llamado Contra las cuerdas.
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